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“Quien ha confiado en nosotros y ha validado nuestra credibilidad como empresarios ha sido la Microfinanciera Fundeser, que no ha dejado de darnos la mano desde que empezamos”, relata el farmacéutico sanrafaeleño Ignacio Betanco, al agradecer el impulso recibido de esta institución.
“Antes de ser cliente de Microfinanciera Fundeser, tenía un negocio, nada más. No teníamos una casa (de habitación), no teníamos local propio para los negocios: hoy en día tenemos local propio ara cada negocio que tenemos”, dice don Ignacio. La empresa no ha dejado de crecer desde que recibieron el primer préstamo para instalar y operar una farmacia. Con los años, más el trabajo constante y dedicado, llegaron a tener seis farmacias, además de una veterinaria, casa propia, y locales de alquiler, todo con la meta de mejorar su situación económica. “Siempre es bueno que alguien te dé una mano. Que alguien te dé un apoyo económico para poder proyectarnos un poco más. Yo me alegro de tener estos negocios propios que estamos administrando, para bien de nuestra familia”, concluyó.