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Durante años, don Carlos Zamora, de Las Delicias, (Matagalpa), salió muy temprano de su humilde casa de plástico, y se adentró en los plantíos para atender sus cafetales.
Muchos años -y varios préstamos después- sigue levantándose temprano, pero ahora él y su familia habitan en siete casas de ladrillos y cemento, y se ha forjado un nombre como hombre de confianza en Microfinanciera Fundeser.
“Ya no es solo mi ranchita, sino que ahora aquí tienen casa mis hijos, mis hijas, yernos y nueras”, refirió. Zamora, que se define “campesino, trabajador y obrero a la vez”, recuerda la primera ocasión que obtuvo un préstamo de cinco mil córdobas de parte de nuestra institución, y cómo, contar con el suficiente recurso económico, le dio a su vida un giro “de 100%, por lo menos”.
El incremento de sus necesidades de recursos, y la consolidación de su historial crediticio, le permitió alcanzar números mayores, con préstamos “de 800 dólares, de 1,000 dólares, y hasta 1,500 dólares”, enumera.
“Según la necesidad planteada, se me dio lo que yo solicitaba”, recuerda ahora cuando maneja 2.5 manzanas de producción del grano de oro, así como otra media manzana en desarrollo, que le permiten vivir el presente con tranquilidad, y ver al futuro con esperanza.
“Ya no soy el mismo Carlos de antes, cuando no tenía crédito en Microfinanciera Fundeser. Me siento bien alegre, bien tranquilo, y hasta orgulloso, porque he estado de la mano”
con esta institución, aseguró.